El modelo de gestión de la información adoptado por la BVS está basado en la premisa de que el acceso a la información y al conocimiento científico y técnico son determinantes sociales para el desarrollo de la salud.

Los procesos de toma de decisión en el área de la salud son más eficientes y eficaces cuando subsidiados por las fuentes de información de calidad. La capacidad de acción de los actores involucrados en esos procesos, incluyendo los gestores, profesionales, investigadores, estudiantes y ciudadanos, aumenta de forma directa y proporcional al nivel de información y conocimiento de calidad disponible. El desafío es establecer vínculos entre la producción de conocimiento y el uso de ese conocimiento, reforzando las relaciones entre ciencia y sociedad.

Esta concientización sobre la importancia de la información como insumo para la acción traspasa las diferentes dimensiones de la salud, desde los espacios de definición de políticas públicas, por parte de los administradores y gestores, hasta la adopción de comportamientos saludables y la defensa del derecho a la salud, por parte de la población. La difusión del conocimiento científico es, por lo tanto un prerrequisito esencial para posibilitar acciones y cambios efectivos en las prácticas de salud, y establecer políticas sociales y de salud.

En un plan más general, la centralidad que la BVS atribuye al acceso y al uso de la información está alineada con el paradigma de la Sociedad de la Información y del Conocimiento. Las iniciativas inseridas en este contexto, tales como los movimientos por el acceso abierto, la inclusión digital e informacional, el uso social de los recursos tecnológicos, entre otros, representan desafíos con los cuales la BVS contribuye de forma determinante para superarlos.

En la América Latina y Caribe la situación de la salud empeora debido a las profundas desigualdades socioeconómicas, la extrema situación de pobreza y la inequidad en el acceso a los servicios básicos de salud. Utilizar la información y el conocimiento en pro del desarrollo de la salud de los pueblos de las Américas requiere la adopción de enfoques que se renueven constantemente en un proceso dinámico de innovación.

Tanto el panorama más general de la Sociedad de la Información como las particularidades de la región apuntan para la relevancia de la adopción de mecanismos de compartimiento de información de calidad para que los países puedan intercambiar sobre las experiencias acumuladas y adaptarlas a las circunstancias y necesidades locales. El trabajo cooperativo en red de producción de fuentes de información garantiza el uso compartido de estándares y criterios de control de calidad que confieren confiabilidad a la información reunida en la BVS, diferentemente de los demás mecanismos de búsqueda que operan en Internet.

Este modelo es conformado por la contribución de diferentes áreas del saber, especialmente la ciencia de la información, la comunicación científica, la bibliotecología, la cienciometría, la ciencia de la computación, las ciencias de la salud, entre otras.